Origen: El origen del Albaricoquero es incierto, pero probablemente, el oeste de Asia, desde Irán a Manchuria.
Descripción: Hojas caducas, pecioladas, de forma oval con el ápice agudo. Flores de color blanco rosado que aparecen en las ramas antes de la producción de los frutos (albaricoques).
Cuidados: Luz: Pleno sol. Temperaturas: Resiste heladas, pero deberá protegerse cuando se encuentre en maceta bonsái durante los períodos más fríos. Riego: Regar en abundancia en primavera.
Abonado: Una vez cada 15 días, desde principios de primavera a verano, y desde finales de verano a finales de otoño. Se recomienda suministrar, al menos 2 veces al año, productos a base de hierro para prevenir la carencia de este elemento (hojas amarillas con los nervios verdes).
Poda: Los nuevos brotes se deben podar después de la floración, a finales de primavera.
Trasplante: Cada 2 años, a comienzos de primavera u otoño, en un substrato a base de 70% de mantillo y 30% de arena gruesa o material equivalente.
Durante el trasplante deben aclararse y reducirse las raíces, junto con la poda selectiva de la copa. Es necesario conservar un aparato radical potente, repitiendo la operación al siguiente trasplante.
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