martes, 29 de abril de 2008

Enfermedades y Plagas del Bonsai


  • Como cualquier otra planta un bonsái se encuentra sujeto exactamente a las mismas plagas que aquejan a sus parientes de mayor tamaño, de hecho la única diferencia se encuentra precisamente ahí, en los distintos tamaños. Por poner un ejemplo podríamos pensar en una oruga; comerá exactamente lo mismo se trate de un bonsái o de un árbol en el bosque, pero proporcionalmente el daño que realizará en el bonsái será mucho mayor, sobretodo en los bonsáis más pequeños en que el número de hojas es reducido. En el fondo lo que esto quiere decir es que deberemos mantener un ojo atento sobre nuestros arbolitos para actuar con el tratamiento adecuado al aparecer los primeros síntomas.

  • Introducción: Hay multitud de productos disponibles en tiendas de jardinería para casi cada una de las posibles plagas siendo en la mayor parte de los casos de gran eficacia. Pero hay una serie de puntos a tener en cuenta al tratar con estos productos químicos:-En primer lugar es completamente falso que se necesiten productos especiales para bonsái. Las plagas se comportarán exactamente igual que en la naturaleza por lo que el agente químico ha de ser el normal para un árbol de porte grande. Comprar los productos que se distribuyen específicamente para bonsái normalmente supone pagar más por una cantidad inferior de un producto exactamente igual de eficaz que cualquiera que se vende para agricultura o jardinería.-Se deben respetar escrupulosamente las cantidades especificadas en el prospecto del producto. Una proporción inferior a la indicada puede no afectar en absoluto a la plaga, mientras que una superior puede acabar con el árbol al mismo tiempo que con la plaga.-No conviene fumigar a pleno sol. Mejor hacerlo a primera hora de la mañana o última de la tarde para conseguir la máxima eficacia.-Evitar todo contacto con el producto. Alguno de estos agentes químicos resultan notablemente tóxicos.-Ante una plaga repetir el tratamiento un mínimo de tres veces con unas dos semanas de intervalo entre cada uno. Normalmente el producto químico eliminará al molesto inquilino pero no así a sus huevos que eclosionarán días después volviendo a infestar la planta a menos que se insista con el fumigado.-Siempre es mejor aplicar suaves tratamientos preventivos de forma regular que otros más intensos ante una plaga.A continuación se listarán algunos de los parásitos y enfermedades más comunes. La lista completa realmente sería enorme y dependerá en gran medida de la “fauna” local, por lo que ante una plaga que tengamos problemas para identificar lo mejor es ponerse en contacto con el centro de jardinería más cercano, llevarles una muestra y solicitar el remedio más adecuado. De cualquier forma la siguiente lista puede servir como orientación

  • Araña Roja y Amarilla: Son dos tipos de ácaro bastante similares que se pueden diferenciar claramente por el color que presentan; rojizo una variedad, amarillenta la otra, de ahí su nombre. Son tan minúsculos que resulta poco menos que imposible distinguirlos sobre el envés de las hojas en el que suelen concentrarse. En realidad la mejor forma de apreciarlos es colocar una hoja de papel blanco bajo las ramas y sacudirlas ligeramente con la mano, si el árbol se encontrara atacado por estos parásitos se podrían apreciar unos diminutos puntitos rojos, o amarillos, moviéndose sobre el papel. Pero aun así son tan pequeños que incluso correteando sobre un fondo blanco cuesta distinguirlos. Sólo si la plaga se encontrase muy avanzada se podrían detectar sin dificultad a causa de la fina tela que estos ácaros van tejiendo entre las ramas, aunque llegado este punto el bonsái es más que probable que se hallara en serios problemas.Síntomas:En general estos ácaros provocan una progresiva pérdida de color en las hojas hasta que éstas acaban por caer. Si se trata de coníferas las hojas amarillean para luego tomar tonos pardos justo antes de desprenderse, mientras que en árboles de hoja caduca aparecen picaduras en el limbo de la hoja y pequeñas manchas en el envés, finalmente la hoja toma un color grisáceo y cae. Si la infestación es masiva aparecerán en ambos casos finas telas sedosas cubriendo el follaje dificultando así el paso de la luz y por tanto la función clorofílica, aunque la acción más grave de estos parásitos es el debilitamiento general de la planta a causa de la succión de la savia que les sirve de alimento.Remedios:Una vez se ha detectado la plaga hay que tener claro que los ácaros prefieren ambientes secos y cálidos, así que una forma de prevención y llegado el caso de control de la plaga, es elevar el grado de humedad en la planta pulverizando las hojas con regularidad. Podar y destruir las ramas afectadas es una ayuda pero no suele ser una buena idea en caso de un bonsái pues uno acaba perdiendo el trabajo de varios años. Justo antes de primavera es conveniente rociar con aceites amarillos, ovicidas, para eliminar en lo posible los restos de plaga del año anterior antes de que las larvas salgan de sus huevos. Y durante primavera y verano fumigar con acaricidas específicos







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