miércoles, 23 de abril de 2008

Transplante del Bonsai (II)

  • Puntos a tener en cuenta antes de trasplantar:1- En un bonsai conviene que las raíces sean cortas, ya que únicamente los milímetros finales de cada una son activos; el resto es una mera conducción que ni tan siquiera ha de servir de sostén a la planta puesto que ésta suele estar atada al tiesto, como se verá más adelante. Cuanto más cortas y ramificadas sean las raíces, más eficientes serán, y menor será el esfuerzo de la planta para transportar el agua. 2- Se llama Nebari a la base del tronco, el punto en el que las raíces se unen a éste. Y Tachiagari a la zona del tronco que va desde el nebari hasta la primera rama. En un bonsai ambas son zonas de gran interés tanto estético como de cultivo. Es allí donde la planta almacena buena parte de las reservas acumuladas para la siguiente brotación y por tanto son de las zonas del árbol que engordan con mayor rapidez. Estéticamente resulta más atractivo un tachiagari que adelgace uniformemente conforme se asciende por el tronco al igual que lo haría el tronco de un árbol maduro en la naturaleza. Un tronco de grosor uniforme en toda su longitud no suele trasmitir una sensación de edad, es más propio de plantas jóvenes
  • Para conseguir un nebari de grosor y forma adecuado interesa tener 4 ó 5 raíces gruesas que nazcan a la misma altura y distribuidas uniformemente, ya que serán éstas las encargadas de ensanchar la base del tronco y proporcionarle la fuerza visual que debe tener. Se debe evitar una mayor concentración de raíces en un solo lado, pues ello implicaría un desarrollo más intenso de las ramas de ese lado dificultando el equilibrio del conjunto. De igual modo una raíz excesivamente gruesa suele implicar la presencia de una rama igualmente grande en el mismo lado a la cual alimenta. Es importante tener en cuenta que, si bien es el grosor de estas raíces el que acabará trasmitiéndonos la deseada sensación de árbol centenario a base de ensanchar el nebari para crear las contundentes bases que vemos en los viejos árboles de la naturaleza, de nuevo las especiales condiciones de cultivo de un bonsai hacen que una vez éstas desaparezcan bajo la superficie convenga que se subdividan en una miríada de raicillas finas que realmente son las que realizarán el trabajo de obtener nutrientes.
  • 3- Una raíz viva suele tener color marrón, es resistente y con una punta blanquecina. Una raíz muerta es de color negro, blanda y muy frágil. Al trasplantar hay que estar atento y eliminar en lo posible las raíces muertas que podamos encontrar. 4- El tiesto debe tener dos o más agujeros de drenaje y no debe estar esmaltado en el interior. Los tiestos de plástico tampoco son muy adecuados ya que protegen muy poco a las raíces de los cambios de temperatura. El fondo del tiesto debe ser plano y se deben evitar aquellos tiestos hechos con molde en los que las patas se han formado como una protuberancia del fondo dejando un hueco por la parte interior. En este hueco se acumulará el agua y puede provocar podredumbre de raíces. Los agujeros de drenaje deberían quedar cubiertos con una rejilla de plástico o similar, de una apertura de unos 4mm (también se puede usar un pedazo curvo de cerámica procedente, por ejemplo, de otro tiesto roto). Esto es necesario para evitar que la tierra atasque los agujeros de drenaje.
  • El método 1 se puede utilizar cuando la maceta dispone de dos o más agujeros de drenaje, mientras que el método 2 es necesario cuando la maceta tiene un único agujero de drenaje. Si la maceta tiene varios agujeros, los alambres con los que se atará el árbol pueden fijarse entre ellos, mientras que si únicamente dispone de un único agujero de drenaje, hemos de ingeniárnoslas de alguna forma para engancharlo, de ahí el segundo método
  • 5- En general, un árbol plantado sobre una losa de piedra vive mejor que en una maceta, aunque sólo sea por el simple hecho de que las raíces no se enmarañan como en el interior de un tiesto a base de dar vueltas en torno a las paredes. En una losa, cuando una raíz asoma por entre el musgo al exterior, deja de crecer y empieza a ramificarse. Como contrapartida, en una losa se evapora más agua y por lo tanto se necesita regar más a menudo. 6- Antes de trasplantar un árbol de vivero SIEMPRE hay que localizar el nebari primero, aunque tengamos que escarbar un poco en la superficie hasta llegar a él. Este nos dará una idea de la longitud de las raíces antes de recortarlas y evitaremos cortar demasiado por accidente
  • Mezcla de tierras:Para un bonsai la tierra debe cumplir una serie de funciones como pueden ser: sostener físicamente la planta, ser una fuente de oligoelementos (por ejemplo: hierro, magnesio, boro, manganeso, zinc, cobre, molibdeno, etc.) y proporcionar agua al mismo tiempo que permite la aireación de las raíces. Debe ser el cuidador quien se encargue de proporcionar el abono en las dosis adecuadas a cada momento del año por lo que generalmente se usan sustratos bastante pobres y de grano grueso para facilitar el drenaje. Como afirma el dicho popular, “cada maestrillo tiene su librillo”, y para el caso de las mezclas de tierra sucede lo mismo. Cada profesional o aficionado tendrá sus preferencias ajustadas a la propia experiencia, condiciones locales e incluso a cada especie de árbol. Como en casi todo lo referente al bonsai, tampoco hay una fórmula fija y por tanto podemos jugar sin muchos problemas con las mezclas, buscando suelos más o menos ácidos, más o menos porosos, o incluso no utilizar mezcla en absoluto y plantar por ejemplo en akadama pura y dura, hasta conseguir aquella solución que más nos satisfaga. A pesar de todo, comúnmente suele usarse una tierra formada por una mezcla de tres elementos: - Tierra volcánica: Facilita el drenaje- Arcillas (Por ejemplo arena para gatos no perfumada): Retiene humedad y nutrientes orgánicos. - Turba: Materia orgánica necesaria para que se desarrollen hongos y bacterias beneficiosos en el pan de raíces. Las proporciones más adecuadas variarán según la especie de árbol que nos ocupe, pero una mezcla en partes iguales de volcánica, arcillas y turba (2/3 de materia inorgánica más 1/3 de materia orgánica) suele dar buen resultado en la mayoría de los casos. Para lograr un secado uniforme de toda la tierra es conveniente colocarla en capas de distintos grosores; más gruesa hacia el fondo del tiesto y más fina en la superficie. Dependiendo del tamaño, profundidad, del tiesto se usarán entre 3 y 4 capas de distintos grosores.
  • El tamaño de cada capa, y número de estas, dependerá bastante de la profundidad del tiesto, pero la capa de plantado siempre ha de ser la más abundante mientras que la capa superior de decoración puede consistir únicamente unos pocos milímetros de tierra, o no existir en absoluto. Granos con un diámetro de 1mm o menos se consideran simple polvo, y mejor no usarlos, ya que acabarían dificultando el drenaje.



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