lunes, 11 de febrero de 2008

Consejos sobre Palmeras

Foto áerea de Palmares en Rocha,Uruguay

  • Las palmeras o palmas son plantas arbóreas o arbustivas de la clase Monocotiledóneas, pertenecientes al orden Espadicifloras (Príncipes) y a la familia Palmae o Arecaceae que portan un penacho o rosetón de hojas (corona) en la parte superior de un tallo generalmente único y no ramificado denominado estípite.

  • Constituyen uno de los principales grupos botánicos de interés ornamental. En las palmeras se encuentran más de 200 géneros y alrededor de 3.000 especies que habitan en las zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo.

  • La gran mayoría de las especies de palmera proceden de las regiones tropicales de América, Malasia y lugares cálidos de África.

  • Los países más ricos en cuanto a número de especies son Sumatra y Borneo, repúblicas de América Central y regiones situadas al Norte del Amazonas (Brasil, Guayanas, Venezuela, Perú y Ecuador).

  • Descripción Botánica: Tallo, fuste, estipe o estípite. Se trata generalmente de un tallo único y esbelto, rara vez ramificado, pudiendo ser en función de la especie más o menos largo, delgado o robusto, liso o áspero, cubierto de fibras, espinas, etc.

  • En muy pocos casos permanece bajo tierra, emergiendo únicamente las hojas y las inflorescencias.

  • Algunas palmeras son trepadoras y sus delgados tallos están equipados de espinas que les ayudan a elevarse.

  • Normalmente destacan las especies con tallos que llegan a los 24 m de altura, pudiendo llegar hasta los 60 m.

  • Los estípites más finos que se conocen tienen un diámetro de entre unos 5 y 25 cm, y los más gruesos pueden llegar a medir hasta los 2 metros.
    Las palmeras jóvenes van desarrollando durante sus primeros años su yema apical o palmito y su sistema radicular, lanzando hojas más y más grandes, y solo cuando han adquirido su grosor definitivo o casi definitivo empiezan a crecer en altura, manteniendo siempre un diámetro constante a lo largo de todo el tallo.

  • Las palmeras que desprenden con facilidad la hoja dejan en su punto de unión con el tallo una cicatriz o anillo. En otros casos las hojas secas cuelgan durante bastante tiempo del tallo y en otras disponen en espiral los restos de vainas foliares e incluso presentan raíces aéreas.

    Raíz: El sistema radicular de las palmeras es muy fasciculado. La raíz procedente de la radícula muere pronto y es sustituida por otras muchas emitidas en la parte baja del tallo. Las raíces son de escasa ramificación y no engruesan con el paso del tiempo. A medida que las raíces mueren, son sustituidas por otras nuevas.

    Hojas: Pueden ser pinnadas, almeadas e incluso bipinnadas. Se disponen en espiral y muy próximas unas a otras formando en la parte superior del tallo un penacho o rosetón. La base de la vaina es de forma cilíndrica y presenta grandes diferencias según la especie. En algunas especies el tronco termina en una especie de pseudotallo adicional más o menos largo, liso, verde, brillante, formado por una vaina de las hojas, alargadas, anchas, acanaladas, fuertemente imbricadas

    Flores: Son pequeñas pero se encuentran en gran número y su color puede ser blanco, crema, amarillo, verdoso, lila, etc., según la especie. la flor está compuesta por tres sépalos, tres pétalos, seis estambres y un ovario tricarpelar con tres estilos y sus correspondientes estigmas.

  • La mayor parte de las especies son monoicas, con flores masculinas y femeninas sobre el mismo árbol, unas veces en la misma inflorescencia y otras en inflorescencias separadas.

  • Otras especies son dioicas, en pocas especies las flores son hermafroditas. Las flores se agrupan en inflorescencias, espádices de flores unisexuales, envueltas por brácteas denominadas espatas. las inflorescencias surgen en las axilas de las hojas, aunque también lo pueden hacer en la parte superior del tallo por debajo de ellas, o encima de la corona. Las inflorescencias pueden ser simples o ramificadas.

    Frutos: Consiste en una baya o drupa, según las especies. Pueden ser pequeños, medianos o grandes. El epicarpio varía en cuanto a grosor, dureza y color con la especie. El mesocarpo en algunos casos es carnoso y comestible, y en otros, es muy fibroso. Generalmente contienen una sola semilla, pero a veces tienen dos o tres.


  • CLIMA Y SUELO.

    Temperatura: Las palmeras tropicales se desarrollan entre los 18 y 30º C.

  • Las palmeras toleran más o menos bien las temperaturas bajas aunque su crecimiento es más lento.

  • El frío reduce la actividad radicular, la traslocación de nutrientes y el crecimiento en general, debilitando a las plantas y haciéndolas más sensibles a los ataques de enfermedades.

  • La mayoría de las palmeras tropicales detienen su crecimiento si las temperaturas nocturnas son inferiores a 15º C. y sufren daños si descienden por debajo de los 13º C. Temperaturas nocturnas de 13º C y diurnas de 25º C son válidas cuando la iluminación, humedad ambiental y riegos son los adecuados.

    Humedad: La humedad ambiental ideal oscila entre el 60 y 80%.

  • Las palmeras sobreviven durante largos períodos de tiempo con sólo un 30% de humedad ambiental, pero después de varias semanas o meses se marchitan, pierden brillo y el ápice de los foliolos se seca.

    Iluminación:La luz es el condicionante más importante ya que las palmeras necesitan luz pero no sol. Si la luz es insuficiente el crecimiento es lento e incluso nulo y la planta termina por morir.

  • Se estima que requieren un 40% de sombra, es decir, unos 40.000 lux. Muchas palmeras prefieren posiciones soleadas desde el principio para lograr su óptimo crecimiento o, al menos, cuando son adultas, requiriendo solamente posiciones permanentemente sombreadas las especies que, en su lugar de origen, ocupan las zonas más umbrías y alcanzan un reducido crecimiento.

    Vientos: La especial naturaleza de sus troncos hace que las palmeras sean extraordinariamente flexibles y resistentes a los fuertes vientos. Sin embargo existen especies que tienen hojas frágiles y sensibles a la deshidratación provocada por el azote continuo del viento.

  • Los vientos secos son, además, otro factor importante a tener en cuenta si no queremos fracasar al elegir una especie.

  • Hojas gruesas y cerosas nos indican su adaptabilidad a estas condiciones.

  • Las palmeras prosperan mejor en ambientes húmedos, abrigados, con temperaturas altas y con buena iluminación. Las palmeras de origen tropical que se cultivan en maceta, requieren por lo general agua de buena calidad, 25000 a 40000 lux y temperaturas no inferiores a 12-15º C. Cualquier zona donde pueden darse tales condiciones puede ser idónea para producir estas plantas.

    Suelo: Las palmeras se adaptan a gran número de suelos.

  • El tipo de suelo depende de la procedencia de la especie. Las especies tropicales necesitan de suelos muy fértiles, neutros o ligeramente ácidos, mientras que las especies de latitudes más secas se desarrollan mejor en suelos más pobres.

  • Entre los factores edáficos que condicionan el desarrollo de las palmeras destacan el exceso de cal, ya que bloquea la asimilación de hierro, magnesio, etc., dando lugar a clorosis y el exceso de sal que provoca necrosis foliar y radicular, junto a un enanismo de la planta.

  • Sin embargo existen especies como la palmera datilera que prospera en casi cualquier tipo de suelo, especialmente en los limos arenosos bien drenados. Puede tolerar sumamente suelos alcalinos y se le puede regar con agua salada, cargada con demasiada sal para la mayoría de las otras especies.

    ESPECIES CULTIVADAS.

  • Palmeras de exterior: Son muchas las especies de palmeras que pueden cultivarse para tal fin, destacan: Archontophoenix cunninghamiana, Arecastrum romanzoffianum, Butia capitata, Caryota urens, Chamaerops humilis, Cocos nucifera, Chrysalidocarpus lutescens, Erytea armata, Howea belmoreana, Howea forsteriana, Jubaea spectabilis, Livistona australis, Livistona chinensis, Phoenix canariensis, Phoenix dactylifera, Phoenix reclinata, Rhapis excelsa, Roystonea regia, Washingtonia sp., etc.

  • Palmeras de Interior: Cualquier especie de la familia Palmáceas puede emplearse como planta decorativa de interior en su fase juvenil. Archontophoenix sp-Palmera elegante
    Australia; Arecastrum romanzoffianum -Palma de la reina (Brasil, Uruguay y Argentina) ; Caryota sp. -Cola de pez (India y Malasia) ; Chamaedorea seifrizzi (México) ;Chamaerops -humilis -Palmito (Mediterráneo); Chrysalidocarpus lutescens -Palmera amarilla, (Areca
    Madagascar), Cocos nucifera -Cocotero (Sudeste asiático, Costa Pacífico Centroamérica)
    ;Howea sp- Kentia (Islas Lord Howe) ; Livistona chinensis -Palmera china de abanico
    (Centro y Sur de China) ; Microcoelum weddellianum - Coquito (Brasil)
    Phoenix canariensis - Palmera canaria (Islas Canarias) ; Phoenix roebelenii -Datilera enana (Península Indochina) ; Rhapis sp. - Rapis, palmita china (China)

    Multiplicación: Salvo para las especies de tallo múltiple, que se pueden multiplicar mediante separación de uno o varios tallos con sus correspondientes raíces, para el resto de las palmeras se emplea la reproducción sexual por semilla.

  • Tras recoger los frutos del árbol, se comprueba la madurez fisiológica de la semilla cortándola y observando la dureza y el color del endosperma, que suele ser blanco o crema.

  • La viabilidad de la mayor parte de las semillas de palmeras una vez recolectadas dura poco tiempo, por lo que deben sembrarse inmediatamente después de cosechadas.

  • Normalmente las semillas permanecen viables entre 2-6 semanas, según la especie, y más si se tratan recién recolectadas con algún fungicida protector, introduciéndolas posteriormente en una bolsa de polietileno con aire húmedo y almacenándolas a temperaturas de 20-25º C.

  • Existen varios factores que pueden afectar a la germinación: temperatura, sustrato, humedad y el que la semilla sea más o menos fresca.

  • Es conveniente el empleo de técnicas que aseguren una germinación satisfactoria, tales como la escarificación, estratificación, tratamiento con ácido giberélico a concentraciones de 5, 10, 25 o 50 ppm. o con una solución de Cloruro de trifenil tetrazolino o simplemente por inmersión en agua.

  • La cubierta de las semillas de algunas especies contienen sustancias inhibidoras de la germinación, por lo que a veces es conveniente eliminar esta cubierta. Para ello podemos colocar los frutos en un saco y golpear éste con un palo a fin de quebrar la corteza y así proceder a su posterior eliminación lavándolas bajo un chorro de agua.

  • También se pueden poner los frutos en remojo a 60-70º C durante varios días.

  • Las semillas se introducen en macetas o bandejas con sustrato humedecido compuesto generalmente por mezclas que proporcionan un buen poder retentivo de la humedad y fácil aireación, tales como turba, mantillo, perlita, vermiculita, arena, picón, etc.

  • El uso de calefacción con temperaturas comprendidas entre los 24-30º C facilita la germinación.

  • Conforme vayan germinando las semillas, las plantitas se transplantarán a macetas de diámetro acorde con la especie, en cuanto tengan la primera hoja y antes de que la raíz haya profundizado demasiado.

    Transplante: Se realizará cuando el sistema radicular de la palmera haya invadido toda la maceta y no tenga posibilidad de seguir desarrollándose ni de tomar el suelo, agotado y escaso, el agua y los elementos nutritivos necesarios.

  • La mejor época para realizar el transplante a otras macetas de mayor diámetro son los meses de abril y mayo, cuando se reinicia el desarrollo y las raíces entran en actividad.

  • El transplante se realiza a otro recipiente 2 o 3 cm mayor, colocando en primer lugar el drenaje y sobre el la tierra necesaria para que la parte superior del cepellón quede a la altura conveniente rellenando a continuación el espacio existente entre cepellón y pared de la maceta.

    Plantación: Se realiza durante la primavera y el verano.

  • Aquellas palmeras de gran tamaño destinadas a la decoración en jardines precisan de hoyos lo suficientemente grandes y profundos para que el cepellón de las raíces pueda desarrollarse correctamente.

  • En la plantación es importante aportar una capa de estiércol o mantillo y dar un riego abundante.

  • Tras la plantación es importante asentar bien el terreno e incluso realizar aporcados de tierra alrededor del tronco, provistos de pequeñas pozas para el riego.

  • Esta capa de tierra también ayudará a mantener la humedad, regular la temperatura del suelo y evitar el desarrollo de malas hierbas.

  • Poda: La poda de las palmeras consiste en la eliminación de hijuelos para impedir su desarrollo y también la de los racimos de frutos y de hojas muertas o enfermas.
  • Es importante quitar solo aquellas hojas secas o semisecas, respetando al máximo la forma esférica natural de la copa.
  • Las podas se suelen realizar en verano, pero las hojas secas se pueden quitar en cualquier época del año, y cuanto antes, pues las vainas se van endureciendo, lo que dificulta posteriormente su eliminación.Pero la época de poda y la intensidad de la misma dependerá de la especie y de sus beneficios.
  • Así en palmeras destinadas a la producción de frutos, como la palmera datilera, las podas son algo más intensas para que el sol y el aire lleguen bien a los racimos; pero en jardinería sólo se limita a la eliminación de hojas secas, viejas o enfermas.
  • La eliminación de las hojas enfermas puede evitar que se propague una enfermedad.Durante la poda y limpieza los cortes han de ser siempre limpios, sin provocar desgarros. No deberán emplearse espuelas ni producir heridas en el tronco para acceder a la copa, ya que no cicatrizan y constituyen un medio ideal para la entrada de patógenos.
  • Heladas: En prevención de posibles heladas se hará una aportación al suelo de sulfato potásico en otoño para lograr un endurecimiento de las plantas y/o sulfato de manganeso, para evitar en lo posible una carencia en este elemento, inducida por la baja actividad que tendrán las raíces durante el invierno.
  • El suelo se puede cubrir con una capa gruesa de mulch para proteger las raíces. También, se pueden construir pequeños "invernaderos" alrededor de las plantas más jóvenes, para protegerlas de los vientos e incrementar la temperatura durante el día, e incluso se pueden atar y cubrir las hojas con arpillera o plástico transparente, cuidando que esta protección no retenga una humedad excesiva en su interior y retirándola cuando suban las temperaturas.
  • Tras las heladas y durante las semanas posteriores se recomiendan tratamientos fungicidas con productos tales como Hidróxido de cobre y Maneb o Benomilo y Captan, mezclados al 50% y repitiendo el tratamiento a los 7-10 dias.
  • Los compuestos cúpricos pueden emplearse incluso antes de darse las heladas, con objeto de reducir la población bacteriana, pero hay que cuidar de no repetir el tratamiento más de un par de veces ya que podrían causar problemas de fitotoxicidad.
  • Igualmente, se recomienda la pulverización de las hojas en primavera y verano con manganeso y microelementos.
  • Abono: Las palmeras de interior crecen lentamente y sus necesidades en nutrientes son poco importantes por lo que sólo hay que aportarles pequeñas cantidades de abono.
  • La fertilización será mayor durante los meses de verano, cuando su actividad de crecimiento es mayor.
  • Durante el invierno es común la aplicación de abonos foliares para prevenir posibles carencias.
  • El crecimiento puede forzarse mediante la aportación de abonos minerales cuando los factores ambientales son satisfactorios.
  • El abonado excesivo de las palmeras de interior puede perjudicar seriamente el desarrollo del vegetal.
  • Riego: Es difícil determinar la cantidad de agua necesaria en cada riego y la frecuencia de los mismos ya que depende de la especie cultivada y de los factores ambientales propios de cada lugar.
  • En ambientes calurosos se recomiendan riegos frecuentes e incrementar la humedad ambiental mediante pulverizaciones de agua. Con temperaturas bajas el crecimiento es lento, la transpiración escasa, al igual que las necesidades de agua.
  • Las necesidades de agua también dependen del sustrato empleado. Los sustratos ligeros, al secarse más rápidamente, precisas de riegos más frecuentes.
  • En un sustrato de tipo medio un riego por semana es aconsejable, pero cuidando que no existan encharcamientos.
  • Hay que comprobar la humedad del sustrato cada 3 o 4 días.
  • Muchas palmeras son extremadamente tolerantes a la sequía si ya están establecidas pero, en general, tendrán una mejor apariencia si disponen de suficiente agua durante los meses de crecimiento activo.











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