Herramientas del Bonsái
- Al igual que en jardinería convencional, en el mundo del bonsái existen herramientas específicas para casi cada tipo de operación que a uno se le pueda llegar a ocurrir, cosa que nos proporciona un amplísimo muestrario de modelos entre los que elegir aquellas que se adapten mejor a nuestras necesidades. ¿Qué herramientas necesito realmente? Es una pregunta de lo más corriente entre los aficionados, sobre todo entre aquellos que no tenemos la suerte de poder despreocuparnos totalmente por temas económicos y por tanto tampoco podemos ir comprando alegremente “por si acaso”.De hecho, incluso antes de la anterior pregunta uno suele hacerse la siguiente: ¿En realidad es necesario que adquiera herramientas específicas para bonsái? Me temo que la respuesta es si, pero quizá no todas.En general se trata de herramientas especializadas, que derivan de alguna otra herramienta convencional, adaptadas a las particularidades del cultivo de bonsái, sobre todo al tamaño. Cada una tiene su función y ha sido diseñada a lo largo de los años para adaptarse a ésta lo mejor posible.Evidentemente podemos intentar cortar los nuevos brotes de un bonsái utilizando las tijeras de podar el seto, pero el proceso puede llegar a ser cuanto menos aparatoso en el momento en que las tijeras sean más grandes que el propio bonsái, o puede que sencillamente resulte imposible llegar a la rama en cuestión a causa de las grandes hojas de dicha herramienta.Por otro lado también es cierto que hay determinadas herramientas, como por ejemplo la podadora cóncava, que no tienen equivalente en jardinería convencional pues el aficionado al bonsái busca un refinamiento en los detalles de cada árbol que para nada interesa al jardinero común.Así pues, una vez llegamos a la conclusión de que las herramientas de bonsái nos simplificarán la vida, ¿cuál elegir? Como ya se ha comentado, el repertorio disponible es amplísimo por lo que el número de adquisiciones va a depender con toda probabilidad del presupuesto. Lo que nos lleva a insistir en que una vez adquirida la herramienta conviene conservarla lo mejor posible. Desgraciadamente, como sucede con casi cualquier equipo sumamente especializado, su precio no es precisamente económico. Sobre todo teniendo en cuenta que en la mayor parte de los casos se trata de material importado. Limpiar las herramientas, a ser posible con alcohol, después de cada uso prolonga su vida útil, y sobre todo hay utilizarlas únicamente para aquello que fueron pensadas. Uno puede llegar a cortar un alambre con las tenazas cóncavas de poda, pero como aparezca una mella en su filo ya podemos ir pensando en buscarnos otras pues es casi imposible volver a afilar esa hoja de forma cóncava. Seguidamente se comentarán algunas de las herramientas más usuales y útiles
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